Mientras leo un texto sobre Narratología, pienso sin querer en Amanda Palmer, es que nada la une al asunto, solo pienso en ella como quien se acuerda de alguien que le gusta. Entonces tomo el not y la pongo en el windows media, googleo su nombre y le agrego imágenes. Así la veo, la estudio, me gustan sus cejas cuando estaba en Dresden Dolls. Me gusta ella y su voz. No me casaría con ella, solo me gusta para escucharla y ser un poco fans tambien. Si la viera en la calle tampoco la saludaría, y si la viera en un bar sola tomando cerveza tampoco me acercaría. Quizás si estuviera llorando si lo haría, así podría tener un tema de conversación, pues la escusa no sería que yo quiero conocerla, sino que me pareció que algo necesitaba y quiero ayudarla. Es una escusa muy tonta, pero así funciono. Dejo el excelente disco Quien mató a Amanda Palmer, que su portada es buenísima, y la música también. Además me recuerda uno de estos días Bonaerences que estoy viviendo, en que salí a caminar y vi edificios antiguos muy lindos, escuchando la música de ella. Bueno me he sacado el empacho de hablar de ella. Ahora seguiré con mi texto.
1 comentario:
Buenas, qué bueno que hables de Amanda Palmer, yo también tuvo una buena época enganchado a este disco.
Te paso un enlace de mi blog para que lo conozcas:
http://musicinmouth.blogspot.com/2008/11/amanda-palmer-no-es-como-las-dems.html
Publicar un comentario