Quizás lo mejor no es referirse a Manuel Garcia como el famoso artista seudolibertario concertacionista que en sus conciertos parece ser, quizás lo mejor sea limitarse a ver al tipo de rulos canosos que se cuelga la guitarra y saca una voz que parece siempre estar al borde de su límite.
Más allá de todas las objeciones que pueda tener hacía él creo que es importantísimo escuchar el disco antes de hablar, creo que si bien con el anterior S/T cayó todo lo que se podía caer de una carrera hasta entonces melancólica e intimista, con éste disco hace más que volver a ser lo que se espera, sino mucho más, creo que se desestructura de las imágenes que le cuelgan y se vuelve a crear otra, deja de lado esas frasesitas pencamente politicas para ahondar en sensaciones diversas, experimentado con sonidos que para él eran lejanos, quizás más cerca de la electronica, y me recuerda un poco al disco Panorama de La Buena Vida en que hay sintetizadores y bases pegadas, creo que de todo lo que escuché antes de Manuel Garcia éste ha sido su mejor trabajo, el más diverso y de mejor letras, el más libre y sin contradicciones, creo que si bien siempre pareciera que los últimos discos suelen ir destruyendo la carrera de todas las bandas, en éste caso desmiente toda expectativa, logra convencer de todo lo que fue desconvenciendo en los últimos discos.
Recomiendo para escuchar, darle una sola pasada de una vez, y después ir quedandose pegado con cada canción, y cuando ya hayas escuchado 10 veces cada una, escucha el último track La hora nueve y entonces dejate caer al precipicio que 4 canciones atrás ya te había prometido lanzarte.
Realmente una maravilla de disco, de esos que cada muchos años salen.
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