En un que se yo me puse los audifonos y en el no se cuanto tomé la bici, traté de cantar unas canciones, pero por el humo de Tumbarumba me impidió decir frases enteras, buscaba un árbol donde subirme a lanzar escupos a los que pasaran. llegando a Av. Dubi-dubaye encontré uno que parecía perfecto, algo delgado y hojas come-sol, me monté, pero en mi trepar se fue encorbando hasta tocar el suelo, pensé que si quitaba la bolsa de bolitas de mis bolsillos me quitaría un buen peso, y el árbol volvería a empinarse, al lanzar las bolitas a tierra el árbol cual catacumba me lanzo 3 kilometros a volar, con la buena o mala suerte que justo caí por el tragaluz de mi pieza directo a mi cama. una vez acostado, algo confundido sentí la rabía de tener que recorrer 3 kilometros a pie a buscar la bicicleta y las bolitas que gané con mucho entrenamiento.
nunca creí en los astros ni en tus pamplinas
dame y daré mucho mas de lo que imaginas
si no doi mas pistas, di tu en quien piensas
asi no es la vida, hay más
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