El viento que corre en mis amplitudes me vuelve polvo, arena que duele en los ojos, arena que golpea la cara, arena pegada en la piel. Ese mismo polvo que soy yo pasa por caras ajenas sin más, mi todo a todos no hace nada. El grito se vuelve mudo, quizá en un tiempo paralelo alguien lo pueda escuchar.
Hace 15 años
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